Resumen del cuento: «Buenas noches, bosque brillante» es una dulce historia que invita a los lectores a sumergirse en un mundo mágico lleno de maravillas nocturnas. En este cuento, los protagonistas exploran el bosque en la oscuridad de la noche, descubriendo la belleza de las estrellas y los sonidos tranquilizadores de la naturaleza. A través de sus aventuras, los lectores experimentan una sensación de calma y tranquilidad, mientras aprenden a apreciar la serenidad y la magia que se encuentran en la naturaleza durante la noche.
El cuento comienza con…
Era se una vez… en un rincón mágico del mundo, donde había un bosque encantado que, cada noche, se iluminaba con una luz tenue y reconfortante. En este bosque habitaba Lino, un zorrito muy especial, conocido por todos como el mensajero de las buenas noches.
Una noche, como cualquier otra, Lino comenzó su rutina antes de irse a dormir. Su primera parada era siempre en el claro donde el señor Búho mantenía la vigilia.
«Buenas noches, señor Búho», dijo Lino con una sonrisa. «Que tus sueños estén llenos de sabiduría y misterio esta noche».
«Y que los tuyos sean ligeros y llenos de aventura», respondió el señor Búho, guiñando uno de sus grandes ojos sabios hacia Lino.
Continuando su camino, Lino se encontró con Bella, la mariposa nocturna, que danzaba entre las flores que brillaban suavemente bajo la luz de la luna.
«Buenas noches, Bella. Que tus vuelos esta noche sean tan hermosos y gráciles como siempre», deseó Lino.
«Y que tus sueños sean tan dulces como el néctar de las flores», le deseó Bella, mientras revoloteaba felizmente alrededor de Lino.
El pequeño zorrito continuó su paseo, saludando a los conejos que se acurrucaban juntos bajo un manto de hojas, a los ciervos que descansaban en los claros y a los peces que nadaban tranquilamente en el río.
Al final de su recorrido, Lino llegó a su hogar, un acogedor hueco al pie de un anciano roble. Se acomodó en su lecho de hojas suaves y miró hacia afuera una última vez.
«Buenas noches, bosque brillante. Gracias por otro día maravilloso», susurró Lino, cerrando los ojos lentamente.
Y así, con el bosque envuelto en un cálido abrazo de luz y todos sus habitantes durmiendo tranquilamente, la noche cubrió el mundo de sueños y magia.
¡Y colorín colorado este cuento se ha acabado!